¡Buenos días!

Recientemente impartí la clase gratuita “Cómo lograr armonía en tu vida sin olvidarte de ti misma”, dirigida a mujeres que desean reinventarse y ser su prioridad principal. Tuve la oportunidad de interactuar con muchas de las asistentes, y conocer sus inquietudes. Una preocupación sobre el tema de priorizarse es: ¿Estaré siendo egoísta? ¿Esta actitud no me convertirá en una persona narcisista?

Quiero abundar sobre este tema porque es una barrera importante a la hora de poner en práctica el auto cuidado, en todos los aspectos.

No, no eres egoísta

El reconocer tus necesidades y darles su justo lugar, no es ser egoísta, es un acto de auto respeto y amor hacia ti misma. E incluso, un acto de amor hacia los demás.

¿Sabes por qué? Porque cuando te cuidas y te amas, le dices al mundo que así es como deben tratarte. Porque cuando te cuidas y te amas, tienes más fuerza para cuidar y amar a los demás. Porque al hacerte responsable amorosamente de ti misma, incluso eres capaz de pedir la ayuda que necesitas, sin caer en una posición de víctima. Eres en cambio, un terreno acogedor, al que todos quieren volver.

No es lo mismo servir y ayudar a los demás, desde la necesidad o desde el miedo, que hacerlo desde el amor y el respeto.

Muchas personas que siempre están disponibles cargando con asuntos que no le corresponden, lo hacen para llenar sus vidas, o lo hacen por miedo a ser olvidadas o a la soledad.

¿Qué pasa si actúo desde el miedo o la inseguridad?

Cuando te mueves desde el miedo o la necesidad de compañía corres tres riesgos:

  1. Impedir que el otro desarrolle sus propias habilidades, su propia resiliencia al hacerse responsable de sus cargas.
  2. El que ciertas personas se aprovechen de ti y evadan hacerse cargo de lo que les toca.
  3. Cuando realmente ya no puedas más y tengas que decir que no, realmente se alejen para buscar otra víctima que les resuelva todo, y suceda precisamente lo que temes.

En cambio, cuando te mueves desde el amor propio y el respeto hacia ti y hacia el otro, le ofreces tu apoyo hasta donde sabes que está a tu alcance, y le permites decidir si lo acepta o no. Empoderas al otro para que desarrolle su propia resiliencia. Si ves que solo te quiere manipular, dices amablemente: NO.

Recuerda, a final de cuentas, es tu vida, tu tiempo, tu salud, tu energía. Eres libre de elegir en qué o en quiénes los vas a invertir. ¿Qué decides?


¡Te envío un abrazo!

Jacquelin


Cuidando tu jardín interior

En el agitado mundo en que vivimos, a veces cuesta mucho mantener ese espacio personal en el cual podemos ser auténticos, sentirnos seguros y mostrarle al mundo quiénes somos en realidad. Ese espacio personal es como un jardín interior en donde cultivamos y florecemos, para abastecernos y alimentar nuestros dones y luego compartirlos con los demás.

La seguridad de ese espacio personal depende de tener límites sanos que lo protejan. Estos límites consisten en dejar claro desde el amor y el respeto, las cosas que aceptamos, y las que no aceptamos. Así damos la pauta de cómo queremos ser tratados y qué cosas vamos a permitir o no, en el intercambio de las relaciones. Así cuidamos nuestro jardín interior.

Existe una hermosa analogía entre un jardín real y ese jardin interior, secreto, que debemos cultivar y cuidar. Desde estudiar tu terreno, explorar las zonas de tu jardín que florecen y las que no, hasta escoger qué propósito darás a tu jardín y qué frutos esperar entregar al mundo.

Recuerda que es ahí en donde puedes ser totalmente auténtico y cultivar tus dones, hacer de tu vida una obra de arte.

Entonces, vale la pena preguntarte ¿cómo está mi jardín? ¿qué quisiera que floreciera en él? ¿Cómo están mis límites para proteger ese amado espacio? ¿Qué puedo hacer HOY para comenzar a verlo en su máximo esplendor?

Te invito a cerrar los ojos y hacer un recorrido por tu jardin secreto, respíralo, siéntelo, ahí puedes encontrar inspiración y alegría para tu diario vivir. Próximamente te cuento más de cómo trabajar ese espacio interior.

Recuerda, ¡elige ser feliz!

Jacquelin

El trastorno de pánico: Ansiedad llevada al extremo.

Es posible que tanto tiempo bajo el estrés de la pandemia, la presión profesional por lograr el éxito o el esfuerzo que hace falta hacer para sostener a la familia y mantenerla a salvo, sean fuentes inagotables de preocupación y ansiedad. Cada vez es más frecuente la aparición de ataques de pánico o trastorno de pánico, sobre todo entre personas jóvenes, y es algo preocupante a lo que debemos poner atención.

Otros factores relacionados con la historia personal, como el haber vivido experiencias de violencia intrafamiliar o abusos en la niñez, también influyen en que, en tiempos de crisis, se comience a experimentar este desagradable trastorno, y no es raro que incluso no puedas identificar la causa exacta que lo detona, lo cierto es que después de la primera vez, el miedo al miedo se instala limitando la vida social y laboral.

Si estás experimentando ese “miedo al miedo”, ese agotamiento permanente como si te estuvieran persiguiendo el día entero; palpitaciones, entumecimientos, sudoraciones, despertar aterrado, sentimiento de estar en peligro, es probable que estés experimentando crisis de pánico.

Aunque es terriblemente desagradable, es algo que con el debido apoyo terapéutico tiene solución, y poniendo en práctica las recomendaciones adecuadas a tu caso, recuperarás la paz mental y la tranquilidad que tanto necesitas. Si es tu caso, te puedo ayudar.

Jacquelin Bobea

Psicología clínica / Life coach

jacquelinbobea@vidaenbalancehoy.com

móvil: 829-642-7581

Creando belleza en tu vida (parte 1)

Recientemente mi hermana Amalia y yo ofrecimos un webinar para hablar de una formula para crear belleza, no solo en un paisaje, sino en la vida misma.

Cuando se trata de un jardín, de una obra de arte, hay tres pasos que debemos tener en cuenta para lograr esa belleza, y así mismo ocurre en el terreno de nuestra vida. Esos tres pasos son el equilibrio, el ritmo y la armonía. Pero, ¿cómo se manifiesta esto en nuestra vida? ¿cómo aplicamos esto a nuestra experiencia vital?

El equilibrio en nuestra vida es algo que todos sabemos que necesitamos, pero que fácilmente perdemos, y es hasta cierto punto normal que esto suceda, porque no siempre vamos a poder tener todo en orden, todo marchando sobre ruedas. La vida es impredecible, a veces ciertos eventos ocurren y dejan en segundo plano lo que antes era una prioridad.

Es sano darle su espacio a estas experiencias, por ejemplo si vives un duelo, lo sano es darte el permiso para vivirlo y procesarlo, dejando en pausa lo demás, por un tiempo.

Si te llega un proyecto importante, y quieres desarrollarlo, vale la pena conversarlo con tu pareja o tu familia y hacer los arreglos para contar con su apoyo en esos días,

Si alguien enferma en la familia, o si tienes una situación de salud impostergable en esos momentos priorizar esto.

El problema viene cuando después de hacer estos cambios, no volvemos a la posición anterior, la del balance. Nos quedamos en el trabajo más horas de las debidas porque nos gusta el trabajo, y decimos que por eso no nos cansa, pero en realidad, el cuerpo pasa factura.

Nos quedamos en el duelo sin seguir avanzando en la vida, sin darle su lugar a ese dolor y procurar transformarlo en amor.

Nos quedamos en la queja mientras posponemos la salud, para luego caer en una emergencia.

O nos olvidamos de disfrutar, y nos acostumbramos a esas famosas zonas cómodas que al final son tan incómodas.

El equilibrio es lo que nos ayuda disfrutar y desarrollar cada aspecto de nuestra vida procurando no restar nada a los otros por mucho tiempo, negociando, llegando a acuerdos, comunicándonos con los demás.

¿Cómo lograr equilibrio?

Observa tu vida, el tiempo y la atención que dedicas a sus diversos aspectos, y si notas que hay alguno descuidado u olvidado, y otro con atención excesiva, reorganiza tu agenda para dedicar a cada uno el debido tiempo, y así evitar que se deteriore y se seque esa parte de tu jardín.

En la próxima publicación te cuento del siguiente paso: El ritmo.

Y mientras, te pregunto, ¿está tu vida en equilibrio? Recuerda que es parte de lograr belleza en tu vida!

Hasta luego!

Jacquelin

Creando belleza en tu vida (parte 2)


En la publicación anterior les comentaba sobre los pasos para crear belleza en nuestra vida. Aquí les traigo el segundo paso: El ritmo.

Hay ritmo en todo, de hecho es un principio universal. El tener en cuenta los ritmos del cuerpo, de la naturaleza, nos permite mantener también el primer ingrediente, el balance. Eso va desde respetar los ritmos del descanso - actividad, sueño - vigilia, tiempo de compañía y tiempo de solitud, tiempo de trabajar y tiempo de divertirse. Yo lo veo en dos vertientes:

Primero, mantenerse en actividad. Cuando caemos en la inercia de la inactividad, es cuando perdemos el ritmo. Lo que no se mueve se estanca. Cuando dejamos de tener proyectos, un plan, una agenda, comenzamos a degenerar. Perdemos poco a poco la conexión con el mundo que nos toca vivir, nos quedamos atrás, y entonces todo se vuelve abrumador. Mantenernos actualizados, renovar nuestros intereses, aprender cosas nuevas, ampliar nuestro abanico de experiencias siempre nos mantiene motivados y entusiasmados.

Segundo, hacer pausas. Yo enfatizo mucho ese tiempo de ocio, que llamo mi hora feliz o mi agenda de la felicidad, porque se nos olvida, y es entonces cuando perdemos el ritmo, nos perdemos en el baile, nos agotamos y luego por ahí mismo se pierde la capacidad de ser creativos, estar atentos y disfrutar cada cosa que hacemos en lugar de resolverlas corriendo para pasar corriendo también a otra cosa. Ese ritmo acelerado por mucho tiempo acarrea consecuencias negativas para nuestra salud física y mental.

¿Cómo lograr el ritmo adecuado para ti?

Escucha tu cuerpo cuando te da señales de agotamiento, y descansa.

Si estas bajo de energía, aprovecha ese tiempo para cuidarte, nutrirte, descansar, recuperarte.

Si dispones de mucha energía, aprovecha ese tiempo para avanzar y adelantar tus asuntos.

No procrastines pero tampoco te excedas, siempre mantén el ritmo. Los horarios son importantes porque nos permiten prepararnos incluso mentalmente para las jornadas de trabajo, sabiendo que al final hay... un descanso en tu jardín, un café con un amigo, una sesión de música relajante, un baño perfumado, una conversación amena… un rato de oración.

Si te das cuenta de que te cuesta recuperar el ritmo tras una pausa, observa si estas procrastinando, postergando tus objetivos, descuidando tus metas. La vida es constante movimiento, pero incluye pausas. Del mismo modo en que para caminar, entre cada paso hay obligtoriamente un descanso para poder dar siguiente paso, así mismo entre cada actividad debe haber un pausa para recuperar el equilibrio, la fuerza o el enfoque.

En el próximo artículo te contaré sobre el tercer ingrediente para crear una vida bella.

Recuerda, la vida es movimiento, mantén el ritmo!

Hasta pronto!

Jacquelin


Creando belleza en tu vida (parte 3)

¡Hola! Espero que hayas comenzado a crear belleza en tu vida, buscando equilibrio y manteniendo el ritmo vital. Hoy te comparto el tercer paso para manifestar esa belleza: La armonía.

armonía en tu vida implica que lo que hagas, lo que pienses y lo que digas, sea coherente con lo que eres. Cuando hay alguna discrepancia entre quién eres y lo que sale de ti, eso se vuelve un boomerang que te retorna exigiendo que cumplas con eso que has externado pero que no eres. Entonces viene ese conflicto entre lo que eres y quieres, y lo que tienes o debes hacer. Por lo tanto, esa coherencia en tu vida es la que te garantizará la armonía que te traerá belleza.

¿Que lograrás al poder mostrar al mundo quién eres, auténticamente?

- Más satisfacción, plenitud y calidad de vida.

- Llegarán a ti más personas afines que alimenten tus sueños y con quienes compartir los tuyos.

- ¡Enseñaras a otros que quizás no sean tan afines, una forma diferente de ser, ¡quién sabe si los inspiras, o ellos te traen alguna novedad interesante!

- Le muestras al mundo como tratarte, como relacionarse contigo, porque les muestras tu autorrespeto y tu autoaceptación total.

- Desarrollas tus talentos, poniendo en acción los dones que Dios puso en ti al servicio de los demás para que te puedas realizar a través de ellos.

La armonía la logras cuando primero tienes claro lo que eres y lo que quieres, lo que para ti es importante, tus valores centrales. Y luego actúas en consecuencia, de manera de tus actividades, tus elecciones, tus palabras y pensamientos concuerden con tu esencia. En pocas palabras, SER FIEL A TI.

Que estés bien, feliz, y viviendo desde tu autenticidad!

Jacquelin

MINDFULNESS EN EL JARDIN

La práctica del mindfulness es no solo una gran solución al problema del estrés, la ansiedad e incluso el dolor, sino una fuente maravillosa de paz y armonía interior como estilo de vida.

La atención plena como también le llaman, consiste en prestar atención al momento presente, con intención y sin juzgar, “como si tu vida dependiera de ello”. Tal forma de atención nos mantiene en el aquí y ahora evitando viajar al futuro incierto y colmado de infinitas posibilidades, ni al pasado que ya no podemos remediar.

Nos permite observar “el fenómeno”, es decir, lo que ocurre realmente, sin atribuciones ni especulación. Esto nos ayuda a despojarnos de la tortuosa costumbre hacer suposiciones, sacar conjeturas, sin tener toda la información. Es un verdadero alivio cuando podemos simplemente observar incluso nuestros propios procesos y pensamientos.

Una forma de practicar mindfulness, muy dinámica y agradable es prestando atención a los sentidos. El jardín es un lugar excelente para esta actividad, que además te proporcionará una experiencia muy grata si vas con ojos de principiante, si dejas que tu niño interior te acompañe.

Puedes simplemente hacer algunas respiraciones lentas, calmadas, profundas, y comenzar a posar tu mirada en cada cosa con que tus ojos tropiecen en el jardín. ¡Observarás tanta belleza! Recuerda hacerlo sin juzgar. Solo observa conscientemente. Luego, puedes utilizar tu sentido del oído… escucha…. ¿Hay aves? ¿Hay agua cayendo? ¿Tus pasos hacen sonar el terreno? Ahora, pregúntate qué sientes, a través del tacto. Siente y nota las diferentes texturas de las hojas, troncos, pétalos, la tierra, el césped bajo tus pies.. la brisa, la temperatura…Los demás sentidos puedes agruparlos en la categoría de "sentir". Continúa con el olfato, percibe los aromas del jardín, si hay humedad… si hay perfumes. Si hay frutales, aprovecha y disfruta tu sentido del gusto…

En todo este tiempo, solo estarás ahí, sintiendo, percibiendo, haciéndote consciente de tu aquí y ahora: tu jardín secreto. En un segundo nivel, comienza a ver, oír y sentir hacia dentro de ti. ¿Qué ves en tu mente? ¿Qué pensamientos e imágenes circulan por ella? ¿Qué escuchas en tu cabeza? A lo mejor una canción…. O la voz de alguien, o tu propia voz repitiendo alguna conversación que tuviste o quieres tener... ¿qué sientes dentro? ¿Alguna emoción?

A medida que realizas este recorrido, te irás haciendo consciente de lo que percibes y lo que se mueve en tu interior. Te darás cuenta de muchas cosas que antes pasaban desapercibidas. La experiencia de practicar minfulness en un jardín te lleva ser compasivo y paciente, respetando los tiempos de la naturaleza. Te lleva a querer despejar áreas de tu vida, tal como arrancas el junquillo que invade tu terreno. Te lleva a sentir esa conexión especial que nos protege y nos calma.

La próxima vez que estes en un jardín, permítete esta experiencia, te seguro que tu recorrido tendrá un nuevo sentido. ¡Que disfrutes tu viaje!

Jacquelin